lunes, 23 de diciembre de 2013

Necropolis de la Muela

Esta pequeña necrópolis se encuentra en el alto de la Muela al lado de Castrillo.
Anterior a la época medieval, a la que pertenecen el pequeño grupo de tumbas, hay vestigios de que hubo un asentamiento celta en este mismo lugar. No mas que un pequeño castro, de ahí el nombre del pueblo; Castrillo.
Estas dos tumbas antropomorfas están excavadas en una pequeña roca situada en la cara norte de la ermita de santa Ana.  Pertenecen, sin lugar a dudas, a un niño y un adulto. La cabeza se encuentra orientada hacia el oeste y los pies al este. Se observa con claridad la pequeña acanaladura alrededor de la tumba para evitar que el agua de lluvia penetrara en su interior. 
Alto de la Muela y ermita de santa Ana (cara sur)
Del poblado nada se sabe, en la cara sur  hay restos sobre todo de tejas, pero pertenecen a restauraciones más o menos antiguas que se realizaron en la ermita.
Es posible que estuviera en esta cara de la muela, al abrigo del viento del norte y soleado todo el día.
Tal vez sus moradores encontraran cobijo aprovechando la protección que les brindaban las grandes rocas de esta ladera. Incluso hay una pequeña covacha.
Esto  son los restos de otras dos tumbas situadas en la cara sur de la ermita. La orientación de estas es contraria a las dos anteriores, la cabeza al este y los pies al oeste.
 No se aprecia si están excavadas en una pequeña roca o por el contrario se trata de una gran roca  donde descansa la ermita.
Mi opinión es que bajo la ermita hay más tumbas , ya que está asentada sobre una roca y a la vez es el punto más elevado de la Muela, no muchas porque la ermita  es de pequeñas dimensiones.
Esta pequeña tumba no hace mucho tiempo que salió a la luz, hará tres o cuatro años que la erosión la dejó a la vista.
Estas son las tumbas que se encuentran a la vista, cinco en total, y aunque la piedra arenisca en la que se encuentran talladas es dura, su estado de conservación es en general bastante malo.
 La alineación de las tumbas es dispar, dos para cada lado. Las de la cara  norte están orientadas hacia el oeste y las del lado sur hacia el este, como la gran mayoría de las tumbas de la zona  y la quinta al estar rota no se  aprecia  con claridad. Aunque la parte que resta de la tumba parece la zona de los pies, con lo que su orientación  sería hacia el oeste.
Esta pequeña necrópolis perteneció, sin duda, a un pequeño grupo familiar.
Esta es la tapa de una tumba y aunque este rota la parte superior, se trata de un bonito ejemplar con una serie de hoyos alineados a modo de ornamento. Es un caso curioso, no se encuentran demasiadas tapas en las necrópolis y menos aún ornamentadas.
Es probable, que al igual que la erosión dejó a la vista una tumba hace pocos años, haya alguna más en los alrededores. Solo es cuestión de ser pacientes.
Esta gran pila se encuentra también en el alto de la Muela, aunque un poco distante de la pequeña     necrópolis.¿ Tal vez integrada en el poblado? Por que no. Y su uso pudo ser desde un abrevadero para el ganado, hasta un deposito para almacenar agua de lluvia.

viernes, 29 de noviembre de 2013

El alto Arlanza

A mediados del siglo VIII, la sierra del alto Arlanza se encontraba, si lo comparamos con las tierras llanas, superpoblada. Contribuyeron a ello las oleadas de inmigrantes derivadas de la caída del imperio romano y los habitantes de las zonas bajas que huían del avance musulmán.
Hay una inclinación por desplazarse hacia la serranía, reunirse en grupos y formar poblados de mayor o menor entidad.
Enraíza en la zona una tradición cultural hispano-goda, de trashumantes ganaderos asociados a necrópolis de roca. Son, pues, visigodos y mozárabes quienes llegaron a estas tierras e iniciaron por sus valles un proceso de repoblación. Como trashumantes que eran habitaron en pliegues del terreno y oquedades en las rocas rematadas con estructuras de madera.
De la ubicación de los poblados, poco se sabe, y en la actualidad es muy difícil dar con sus restos, pero han llegado hasta nosotros insólitos eremitorios y curiosas necrópolis.
Son monumentos arqueológicos excepcionales de los siglos IX y X y ejemplos únicos en su genero en toda España.
La particular geografía de este territorio, sus valles y sus bosques, sus ríos y montañas atrajeron a pueblos lejanos que se establecieron en estos  parajes formando núcleos de población estables. Aquí nacieron y  murieron y nos dejaron un patrimonio sin igual. Sus necrópolis (ciudad de los muertos) aún perduran en el tiempo. Contemplar sus tumbas es, además de un placer, tener un encuentro con el pasado, y con las formas de vivir y morir de un pueblo.
Los poblados excavados no son muchos; Revenga, Cuyacabras, Castrillo de la Reina y Palacios de la Sierra. Las excavaciones se realizaron  entre 1965 y 1976 por un grupo de arqueólogos dirigidos por el profesor Alberto del Castillo
. En todos ellos parece como si la preocupación principal fuera hallar una zona rocosa, lisa y elevada donde situar la iglesia y tallar alrededor las sepulturas. Otro requisito indispensable era que existiera un amplio espacio para guardar el ganado. Y por ultimo la proximidad de un manantial o río.
 Los moradores de los pueblos eran gentes pacificas que vivían alejados de los caminos romanos  y distantes también del paso de los musulmanes.
Necrópolis de Cuyacabras
Una necrópolis indica la presencia de un hábitat y por ella se puede conocer el numero de sus moradores, la cronología de los mismos y los ritos y costumbres funerarias además de las influencias paganas que perduraron junto al cristianismo.
Nichos en Cuyacabras

La gran mayoría de las tumbas están escavadas en la roca en posición horizontal, aunque también encontramos algún nicho y otras construidas con lajas y las menos abundantes son las exentas o sarcófagos. Comenzaban escogiendo el espacio necesario y marcaban el perfil de la misma, a continuación con maza y puntero iniciaban el vaciado por la cabecera.

Necrópolis de Palacios de la Sierra

La profundidad de las tumbas puede variar, en cambio, la orientación de las mismas es análoga para todas ya que siguen un ritual: el eje oeste-este de modo que la cabeza queda orientada siempre a la salida del sol, a tierra santa, a Jerusalén.
Pila en la Necrópolis de Revenga

El hecho de haber  pilas circulares en el interior de las necrópolis, lleva a suponer que a los difuntos se les lavaba y mantenía expuestos antes de su inhumación envueltos en un sudario. A continuación, debidamente amortajados, eran introducidos en sus tumbas "a medida" y por ultimo eran cubiertos con losas de piedra.
Manuel Riu, miembro del grupo de excavaciones del profesor del Castillo, habló de la importancia  de realizar un estudio sobre las pilas bautismales castellanas,  vieron dos en Palacios, que califican de piezas maestras y otra en Duruelo, pero no tengo datos sobre si se hizo o no.
En Palacios de la Sierra hay un centro de visitantes  http://www.necropolisaltoarlanza.es/ esta es la dirección.
Estas son las necrópolis más representativas del alto Arlanza. La de Revenga es sorprendente. La de Palacios de la Sierra es la mayor de España, cuenta con cuatrocientas cincuenta tumbas y la necrópolis de Cuyacabras destaca, sin lugar a dudas, por la variedad de elementos funerarios siendo la más espectacular.
Esta comarca serrana "la tierra de las mil leyendas" conserva una serie de eremitorios y necrópolis de elevado atractivo turístico. Casi todos  ellos de fácil acceso y bien señalizados.
Mi intención desde esta pagina es ir dando a conocer poco a poco otros enclaves, más  o menos olvidados, bien por su difícil acceso, bien por ser necrópolis de tamaño muy reducido o porque turísticamente no son rentables.  Todos ellos se encuentran en las cercanías de Castrillo de la Reina.
La Muela, San Yuste, El Villar, Hornillos, Covacha de los Moros, la Magdalena, Saelices, Viguillas, Aguamediano y por ultimo Pajares.
Son los sugerentes nombres de los enclaves que iré desgranando, despacio pero sin pausa.
Estoy seguro que habrá más de una sorpresa.