miércoles, 4 de junio de 2014

Santi Yuste

El eremitorio de Santi Yuste (San Justo) se encuentra a las afueras de Castrillo, saliendo dirección Quintanar a mano izquierda encontramos un cartel indicativo.
 En Castrillo es conocida como la cueva de "Santiuste" y está casi integrada en el casco urbano.
En el verano de 1976 se efectuó la primera excavación en este lugar por profesores y alumnos del departamento de Historia medieval de la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona.
En el año 1995 el grupo de investigación en arqueología medieval  GRAMP de la universidad de Barcelona, que dirige J. L. Padilla, discípulo del profesor del Castillo retomó los trabajos de investigación en los enclaves del alto Arlanza. Aunque no fue hasta el año 2004 cuando llegaron a "Santiuste".
Este  conjunto contó con una iglesia semi- rupestre rodeada por una pequeña necrópolis  Su ocupación data de finales del siglo IX y en la iglesia se veneraba a Santi Yuste, santo al que las gentes mozárabes de la zona tenían gran devoción.
La iglesia era de planta rectangular y de pequeñas dimensiones, el ábside estaba excavado en la roca formando una bóveda de cañón pulida de dos metros de ancho, por dos y medio de altura.
 En la parte superior de la roca se observan las improntas donde se sujetaban las vigas que conformaban la sencilla cubierta a dos aguas.  En el interior del ábside, labrada en la pared, hay una pequeña hornacina. 
Hornacina
A los pies de la iglesia encontraríamos el contra ábside circular que cerraría  la nave. La orientación sería este-oeste y la puerta de acceso se encontraría en la cara sur. En el contra- ábside observamos dos escalones que conformaban el coro.
 En la siguiente recreación nos hacemos una idea de como pudieron ser los edificios.
La pequeña necrópolis se encuentra situada al sur de la iglesia y está formada por seis sepulturas de adultos talladas en la roca. Cinco de ellas son antropomorfas, con la cabeza redonda, cuerpo trapezoidal y pies redondeados y la ultima difiere con el resto por tener la cabeza cuadrada.
Siguiendo el ritual funerario, la  orientación de las tumbas es este-oeste( no en todas) y en su día tuvieron una cubierta pétrea. Su estado de conservación es pésimo.

Al oeste de la iglesia sobre una superficie rocosa hay una serie de improntas, interpretadas como restos de una estructura habitacional.  Son rebajes alineados, no muy profundos, asociados a varios hoyos de postes que definen una edificación de planta cuadrada.
Según Manuel Riu, miembro del primer grupo de excavaciones de 1976, el enclave era un poblado ganadero construido en circulo en el declive de la loma y que, sin duda alguna se dedicaría a la cría de caballos y mulas, negocio floreciente en el siglo X.
Lastima que de este estudio no se haya publicado nada. Ni la Diputación de Burgos, que financió el proyecto, tiene nada al respecto. Únicamente he encontrado, a modo de cuaderno de campo, y a nivel particular algún esbozo de lo que fueron estas excavaciones.
Posible entrada al poblado
En la segunda excavación, en el año 2004, los resultados difieren y mucho de las aseveraciones que se hicieron en 1976. Les extrañó encontrar solo seis tumbas y de adulto todas ellas. Si se trataba de un poblado¿ donde estaban de los niños? Es de suponer que la mortandad infantil era muy elevada.
Aparte, la orientación de las tumbas no es la habitual , esto es debido a  las condiciones del emplazamiento y la reducidas dimensiones del mismo, la orientación de dos de ellas es N-S.
Las soluciones que buscaron para tratar de justificar el emplazamiento fueron tres:
-Podría tratarse de un eremitorio.
-Asentamiento ganadero con un lugar de culto.
-Oratorio o capilla rural.
Mi opinión está con el primer grupo de excavación. La iglesia se construyó acondicionando como ábside la roca, la pequeña necrópolis se situada próxima a la iglesia aprovechando una pequeña roca anexa y el poblado estaría en las proximidades, no lo sitúo, porque no he encontrado ningún vestigio pero no puede estar muy lejos. Me decanto por situarlo al sur de la iglesia, bajo un pequeño desnivel del terreno, protegido del viento del norte. Todos los enclaves están orientados al sur y protegidos del viento norte a excepción de la necrópolis del alto de la Muela.
Ábside, contra ábside y coro.
En cuanto a las tumbas infantiles, es muy posible que alrededor de la roca donde está la pequeña necrópolis pueda haber tumbas de" lascas" como ocurre en el Villar, pero al estar cubierto de césped no se ve ningún indicio. También es posible que la roca  esté muy cerca de la superficie, por eso crecería solamente la hierba ya que los arbustos no encontrarían tierra donde arraigar. En este supuesto la necrópolis podría ser más amplia de lo que está a la vista. 
El entorno ha cambiado muy poco, los alrededores de la iglesia son una zona de pastos y cerrando esta pequeña dehesa encontramos los cercados, donde desde tiempos inmemorables se guarda el ganado.
La ubicación del poblado dio muchos quebraderos de cabeza al grupo arqueológico de 2004, ignoraban su localización por lo tanto pusieron en duda su existencia como agrupación aldeana.
Tal vez no haya que buscar un gran poblado, tenemos tres necrópolis; El Villar, La Muela y Santiuste. Entre las más lejanas, La Muela y El Villar no hay 1.5 Km. de distancia y Santiuste está a mitad de camino. Creo que podemos hablar de pequeñas aldeas o asentamientos menores próximos a las necrópolis en estos emplazamientos tan cercanos. Aunque tampoco descarto otro asentamiento bajo el pueblo actual. No debemos olvidar que una gran parte del pueblo se encuentra sobre una gran roca, lastima que casi toda ella esté ocupada por casas, casonas y calles. En los pocos lugares donde aflora la roca  podemos encontrar pequeñas pozas, canales, pilas y varios signos que se pueden remontar a la época altomedieval. Datar estos pozos, canales y pilas es harto complicado. Se de alguna casona, que en su interior hay varias pilas de distintos tamaños. Otras por el contrario están en la calle, muy dañadas por la erosión. Pequeños pozos hay en varias zonas, unos podrían ser para colocar la estructura de madera de alguna edificación y otros  simples recipientes de agua. Y canales excavados en la roca para la recogida del agua de lluvia bordeando edificios, librando a estos de humedades.
Aquí ocurre como en casi todos los poblados del alto Arlanza, es muy difícil encontrar indicios de su localización y ninguna excavación se ha centrado en ellos. Todos se han fijado en las necrópolis y se han olvidado del resto.

lunes, 14 de abril de 2014

Vida y Muerte en el siglo X

De la etapa alto medieval en el alto Arlanza solo han llegado hasta nuestros días los cementerios, la ultima morada de los habitantes de los múltiples núcleos de población dispersos por la comarca.
Las ciudades de los muertos han prevalecido sobre los restos y testimonios que poblaron estas aldeas.
Aun así, podemos hacernos una clara idea de como eran los poblados y a qué se dedicaban sus moradores.
Fue común aprovechar rocas planas para construir sobre ellas, haciendo rebajes  para asentar los muros, que vienen acompañados de canales de desagüe para canalizar las aguas pluviales y de encajes verticales para soportar las estructuras de las cubiertas.
   Los bloques y paredes rocosas eran acondicionados para la construcción de viviendas, por lo que cave pensar en el carácter rupestre que ofrecen una parte de estos núcleos habitados.
Las viviendas eran de planta rectangular, de una a tres habitaciones y posiblemente con un hogar central, a las que se adosaban corrales y cuadras.
Los corrales, cerraderos y prados han llegado hasta nuestros días. Sobre todo en los poblados más próximos a la sierra, donde el paso del tiempo no ha hecho mella en sus muros de piedra.
En cuanto a sus  habitantes se dedicaron esencialmente a la ganadería. Podemos aventurar que se emplearon  mayoritariamente en la cría de caballos y mulos, en este tiempo plagado de guerras  tuvo que ser un negocio floreciente y en menor medida cabras y ovejas. Y la agricultura, debido a las condiciones, tanto meteorológicas, como geográficas solo pudo ser de policultivos de subsistencia. 
La altitud y las duras condiciones climáticas hacen de este espacio geográfico un territorio duro y áspero con una personalidad propia, curtidos a lo largo del tiempo por los fríos inviernos y los secos veranos.
La orografía del territorio y su elevada altitud proporcionan unas condiciones climatologías muy rigurosas, propias de un área de montaña. Estas condiciones han favorecido la extensión de las masas forestales y por el contrario han supuesto un obstáculo para el desarrollo de las tareas agrícolas,  lo que determinó que estas poblaciones se orientaran hacia  la ganadería, la caza y la explotación de recursos forestales.
El abanico de altitudes se encuentra  entre los mil metros de  "Saelices" o "Santiuste"  y los más de mil trecientos metros de "Pajares". 
Los edificios de culto destacan por su sobriedad y reducidas dimensiones y son de planta rectangular. los muros sostienen sencillas cubiertas de losas a dos aguas sobre entramados de madera. Contaban con pocas aberturas y una única puerta de acceso abierta al mediodía, en algún caso cubierta por un pequeño atrio. Estos pequeños edificios de culto articularon el perímetro funerario alrededor. Se observa una preocupación por acercar las sepulturas al santuario, de forma que las áreas próximas a los muros perimetrales registran una alta densidad de tumbas.
Las necrópolis se encontraban alrededor de las iglesias y mayoritariamente se componía de tumbas excavadas en la roca y en menor medida de sarcófagos exentos.
Según la forma de las tumbas las podemos clasificar en tres tipos:
  • Trapezoidales.
  • De bañera. (Elípticas, trapezoidales, fusiformes y antropomorfas).
  • Antropomorfas. ( De cabeza redonda, de cabeza de herradura y de cabeza cuadrada).
Y dependiendo de sus dimensiones  las dividimos en:
  • Infantiles: Inferiores a un metro de longitud, una anchura entre 18 y 34 cm.y una profundidad entre 18 y 20 cm. Comprende niños de 0 a 5 años.
  • Subadultos:  longitudes entre 100 y 145 cm., anchura entre 18 y 34 cm. y una profundidad entre 20 y 31 cm. Comprende edades entre 5 y 15 años.
  • Adultos: longitud superior 145 cm. anchura entre 30 y 44 cm. y entre 18 y 31 cm. de profundidad.
Los sarcófagos están labrados en bloques de arenisca, toscos y rudimentarios y según los cuadernos de campo de las distintas investigaciones no se cuenta con ninguna cubierta. Esto me hace suponer que no han estado en todos los poblados que detallan, pues si hay cubiertas en alguno de ellos. Yo tengo catalogadas cuatro; una en "La Muela", otra el "El Villar", otra en "Viguillas" y otra más en "Pajares".

Los restos de los individuos enterrados no han llegado hasta nuestros días, han sido expoliados desde la antigüedad, y los pocos restos localizados, según los cuadernos de excavación, fueron imposibles de recuperar.
Los cristianos de la época creían que con la llegada del año 1000 se produciría el fin del mundo, el día del juicio final. Tal como se cita en el Apocalipsis: "El día del Juicio Final se anunciará con la séptima trompeta que sonará hacia el amanecer".
Por esa razón los difuntos se entierran mirando hacia la salida del sol. Este día resucitaran los muertos y serán juzgados ante Dios desde la Nueva Jerusalen.  Tras ese día la enfermedad y el pecado dejaran de existir, pero a la espera de la llamada divina, los difuntos deberán esperar en sus tumbas.
La tradición cristiana impulsó desde antiguo el enterramiento en lugares próximos a las iglesias. La muerte era interpretada como un transito hacia un mundo misterioso donde la vida se prolongaba, el alma viajaba al mas allá, aunque de alguna manera seguía vinculada al cuerpo, que iniciaba su descomposición. El alma habría de volver para la resurrección colectiva en el día del Juicio Final.
El ritual funerario aconsejaba la preparación del cadáver y requería de una sepultura conveniente. La limpieza y aseo del difunto se mantuvo en vigor, ya que el uso de los ritos eclesiásticos no impidió la manifestación de antiguas practicas anteriores a la cristianización.
El cadáver era envuelto en una mortaja y era fajado de pies a cabeza, quedando así preparado para su enterramiento. La sepultura excavada en la roca constituía la morada permanente, donde el cuerpo descansaba en espera de la resurrección. Así la roca garantizaba la perduración de los restos mortales.
La disposición del enterramiento tenía una significación clara. El difunto enterrado en posición decúbito supino,reposaba en dirección a oriente en espera de la resurrección, ya que la llamada divina se realizará por levante.
Las formas y diversidad del poblamiento, las aldeas, las casas, las tenadas y apriscos, en suma, el mundo de los vivos quedaba relegado a un segundo plano a pesar de que aquel había sido el origen de las manifestaciones funerarias.


He creído conveniente, antes de seguir con la lista de necrópolis, hacer unas puntualizaciones sobre las creencias, modo de vida, distribución de los  poblados y rituales de los habitantes de esta comarca allá por el lejano año 1000.




sábado, 25 de enero de 2014

El Villar



Esta pequeña necrópolis de "el Villar" se encuentra muy cerca del pueblo, no más de un kilómetro.
El significado de su nombre, Villar: Pequeño poblado, hace una clara referencia de sus dimensiones y numero de moradores.
Esta compuesta por un grupo tumbas excavadas en una gran roca, alguna otra al rededor aprovechando pequeñas piedras y las menos en la tierra.
Encaramada en lo alto de la ladera del valle del río Ciruelos, al amparo de un pequeño farallón rocoso que la protege de los vientos del norte.
Por los alrededores de la necrópolis encontramos varias tapias de piedra, que aprovechando la orografía irregular del terreno y las grandes rocas servirían de "cerraderos"  para guardar el ganado. O incluso para proteger sus viviendas.
Se trataba de una pequeña comunidad dedicada mayoritariamente a la ganadería (por la cantidad de cercados de la zona) y en menor medida a la agricultura. Pobres cosechas tuvieron que recoger. Aunque si  hay alguna finca de labor, en la actualidad están perdidas y en ellas no crecen ni las estepas.
La zona está llena de pequeñas covachas que pudieron servir de morada a este pequeño grupo de ganaderos.


Una de ellas destaca por su tamaño, está un poco apartada del resto y es una gran roca con una cavidad bastante amplia.

Su orientación es sur y está soleada todo el día. Es el lugar aparente para servir de refugio a un grupo familiar más o menos grande
 En zona superior de la roca hay un canal longitudinal, su función no es otra que evitar que el agua de lluvia caiga sobre la entrada de la cueva ( como los canalones actuales).


Ahora centrémonos en la necrópolis. Sobre una roca, donde la erosión está siendo despiadada, se encuentran excavadas media docena de tumbas antropomorfas, alguna de ellas está rodeada por una pequeña acanaladura. La orientación en todas ellas es hacia la salida del sol.
Su estado de conservación es lamentable y el motivo no es otro que la mala calidad de la piedra. Se trata de un conglomerado de piedra arenisca y cantos rodados. Al ser tan porosa, el agua y sobre todo los hielos están acabando con ella.


Esta roca se encuentra elevada unos dos metros sobre el terreno circundante, al pie de ella hay más tumbas aprovechando otras rocas de menor tamaño.

En la foto interior una pequeña curiosidad, Si se trata de una tumba, sin duda, pertenece a un niño, y sería de toda la necrópolis la única con forma de bañera, el resto son antropomorfas. También podría tratarse de una pila, que entonces se utilizaría para la limpieza de los cuerpos antes de ser depositados en su morada final. Yo me decanto por esta segunda opción. Se aprecia un pequeño canal de desagüe en la esquina inferior derecha.
Por ultimo nos faltan las tumbas de lajas excavadas en el suelo. Visibles solamente hay dos pero creo que habrá alguna  más
 Resulta curioso que en una pequeña necrópolis como esta nos encontremos tres tipos distintos de tumbas. Las excavadas sobre una gran roca, otras alrededor de estas en pequeñas rocas, podríamos decir unipersonales y por ultimo las de lajas en el suelo. Y no será por rocas, pues la zona está llena de ellas.
Mi opinión es que la zona destinada al cementerio era de reducidas dimensiones. Primero se hicieron las tumbas sobre la roca hasta que se llenó, después usaron las pequeñas rocas circundantes y al quedarse sin rocas en el pequeño recinto comenzaron a sepultar los cuerpos en el suelo.


Desperdigadas por el suelo hay varias piedras planas que sin duda son tapas de las tumbas, destaca sobre las demás una gran lapida perfectamente tallada. Parece fuera de lugar, pues más parece pertenecer a un sarcófago de grandes dimensiones.
¿Cuántos años estuvo habitado el Villar? No es fácil saberlo, pero al encontrar tres tipos distintos de enterramientos parece ser que perduró en el tiempo. Otro motivo que me hace pensar esto es la forma de proteger sus propiedades, para todo utilizaban muros de piedra. Vemos como guardaban su ganado, ovejas, cabras, vacas, e incluso caballos en "cerraderos" de mayor o menor tamaño hechos con piedras alineadas y colocadas unas encima de otras. Toneladas y toneladas de piedras utilizadas con un único fin, proteger sus pertenencias. Vayamos ahora a Castrillo en la actualidad. Vemos cercados de piedra por todos los sitios, prados, "cerraderos" y huertos. Hoy por hoy han perdido su funcionalidad, pero de chaval me queda algún recuerdo de su uso. En los prados y cerraderos llegada la primavera servían para evitar que  entrara ningún animal y así crecía exuberante la hierba y en otoño e invierno cuando se metía el ganado en ellos, evitaban que se escaparan.
Con esto quiero decir que la forma de vida de los habitantes de "el Villar" ha perdurado casi hasta nuestros días.
.
Cuando antes me refería a un cementerio de reducidas dimensiones era por que al lado tengo motivos para pensar que hubo una pequeña iglesia.
Situada al pie de esta grieta, donde encontramos varias improntas, donde encajarían vigas y "cábrios" de una estructura de madera.

Esta impronta se encuentra a ras de suelo, ¿tal vez puede tratarse de una hornacina?
Y por ultimo la evidencia más clara por la que ubico la iglesia en este lugar. Es una impronta en la zona alta del corte vertical de la roca donde pudo estar situado el campanario, no más que una pequeña espadaña de madera para colgar una campana.
La erosión, como bien he dicho, está dañando al conjunto de la necrópolis. La acumulación de sedimentos a lo largo de los años, sobre todo en las cuevas, pueden esconder restos y útiles de los moradores de este poblado altomedieval.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Necropolis de la Muela

Esta pequeña necrópolis se encuentra en el alto de la Muela al lado de Castrillo.
Anterior a la época medieval, a la que pertenecen el pequeño grupo de tumbas, hay vestigios de que hubo un asentamiento celta en este mismo lugar. No mas que un pequeño castro, de ahí el nombre del pueblo; Castrillo.
Estas dos tumbas antropomorfas están excavadas en una pequeña roca situada en la cara norte de la ermita de santa Ana.  Pertenecen, sin lugar a dudas, a un niño y un adulto. La cabeza se encuentra orientada hacia el oeste y los pies al este. Se observa con claridad la pequeña acanaladura alrededor de la tumba para evitar que el agua de lluvia penetrara en su interior. 
Alto de la Muela y ermita de santa Ana (cara sur)
Del poblado nada se sabe, en la cara sur  hay restos sobre todo de tejas, pero pertenecen a restauraciones más o menos antiguas que se realizaron en la ermita.
Es posible que estuviera en esta cara de la muela, al abrigo del viento del norte y soleado todo el día.
Tal vez sus moradores encontraran cobijo aprovechando la protección que les brindaban las grandes rocas de esta ladera. Incluso hay una pequeña covacha.
Esto  son los restos de otras dos tumbas situadas en la cara sur de la ermita. La orientación de estas es contraria a las dos anteriores, la cabeza al este y los pies al oeste.
 No se aprecia si están excavadas en una pequeña roca o por el contrario se trata de una gran roca  donde descansa la ermita.
Mi opinión es que bajo la ermita hay más tumbas , ya que está asentada sobre una roca y a la vez es el punto más elevado de la Muela, no muchas porque la ermita  es de pequeñas dimensiones.
Esta pequeña tumba no hace mucho tiempo que salió a la luz, hará tres o cuatro años que la erosión la dejó a la vista.
Estas son las tumbas que se encuentran a la vista, cinco en total, y aunque la piedra arenisca en la que se encuentran talladas es dura, su estado de conservación es en general bastante malo.
 La alineación de las tumbas es dispar, dos para cada lado. Las de la cara  norte están orientadas hacia el oeste y las del lado sur hacia el este, como la gran mayoría de las tumbas de la zona  y la quinta al estar rota no se  aprecia  con claridad. Aunque la parte que resta de la tumba parece la zona de los pies, con lo que su orientación  sería hacia el oeste.
Esta pequeña necrópolis perteneció, sin duda, a un pequeño grupo familiar.
Esta es la tapa de una tumba y aunque este rota la parte superior, se trata de un bonito ejemplar con una serie de hoyos alineados a modo de ornamento. Es un caso curioso, no se encuentran demasiadas tapas en las necrópolis y menos aún ornamentadas.
Es probable, que al igual que la erosión dejó a la vista una tumba hace pocos años, haya alguna más en los alrededores. Solo es cuestión de ser pacientes.
Esta gran pila se encuentra también en el alto de la Muela, aunque un poco distante de la pequeña     necrópolis.¿ Tal vez integrada en el poblado? Por que no. Y su uso pudo ser desde un abrevadero para el ganado, hasta un deposito para almacenar agua de lluvia.

viernes, 29 de noviembre de 2013

El alto Arlanza

A mediados del siglo VIII, la sierra del alto Arlanza se encontraba, si lo comparamos con las tierras llanas, superpoblada. Contribuyeron a ello las oleadas de inmigrantes derivadas de la caída del imperio romano y los habitantes de las zonas bajas que huían del avance musulmán.
Hay una inclinación por desplazarse hacia la serranía, reunirse en grupos y formar poblados de mayor o menor entidad.
Enraíza en la zona una tradición cultural hispano-goda, de trashumantes ganaderos asociados a necrópolis de roca. Son, pues, visigodos y mozárabes quienes llegaron a estas tierras e iniciaron por sus valles un proceso de repoblación. Como trashumantes que eran habitaron en pliegues del terreno y oquedades en las rocas rematadas con estructuras de madera.
De la ubicación de los poblados, poco se sabe, y en la actualidad es muy difícil dar con sus restos, pero han llegado hasta nosotros insólitos eremitorios y curiosas necrópolis.
Son monumentos arqueológicos excepcionales de los siglos IX y X y ejemplos únicos en su genero en toda España.
La particular geografía de este territorio, sus valles y sus bosques, sus ríos y montañas atrajeron a pueblos lejanos que se establecieron en estos  parajes formando núcleos de población estables. Aquí nacieron y  murieron y nos dejaron un patrimonio sin igual. Sus necrópolis (ciudad de los muertos) aún perduran en el tiempo. Contemplar sus tumbas es, además de un placer, tener un encuentro con el pasado, y con las formas de vivir y morir de un pueblo.
Los poblados excavados no son muchos; Revenga, Cuyacabras, Castrillo de la Reina y Palacios de la Sierra. Las excavaciones se realizaron  entre 1965 y 1976 por un grupo de arqueólogos dirigidos por el profesor Alberto del Castillo
. En todos ellos parece como si la preocupación principal fuera hallar una zona rocosa, lisa y elevada donde situar la iglesia y tallar alrededor las sepulturas. Otro requisito indispensable era que existiera un amplio espacio para guardar el ganado. Y por ultimo la proximidad de un manantial o río.
 Los moradores de los pueblos eran gentes pacificas que vivían alejados de los caminos romanos  y distantes también del paso de los musulmanes.
Necrópolis de Cuyacabras
Una necrópolis indica la presencia de un hábitat y por ella se puede conocer el numero de sus moradores, la cronología de los mismos y los ritos y costumbres funerarias además de las influencias paganas que perduraron junto al cristianismo.
Nichos en Cuyacabras

La gran mayoría de las tumbas están escavadas en la roca en posición horizontal, aunque también encontramos algún nicho y otras construidas con lajas y las menos abundantes son las exentas o sarcófagos. Comenzaban escogiendo el espacio necesario y marcaban el perfil de la misma, a continuación con maza y puntero iniciaban el vaciado por la cabecera.

Necrópolis de Palacios de la Sierra

La profundidad de las tumbas puede variar, en cambio, la orientación de las mismas es análoga para todas ya que siguen un ritual: el eje oeste-este de modo que la cabeza queda orientada siempre a la salida del sol, a tierra santa, a Jerusalén.
Pila en la Necrópolis de Revenga

El hecho de haber  pilas circulares en el interior de las necrópolis, lleva a suponer que a los difuntos se les lavaba y mantenía expuestos antes de su inhumación envueltos en un sudario. A continuación, debidamente amortajados, eran introducidos en sus tumbas "a medida" y por ultimo eran cubiertos con losas de piedra.
Manuel Riu, miembro del grupo de excavaciones del profesor del Castillo, habló de la importancia  de realizar un estudio sobre las pilas bautismales castellanas,  vieron dos en Palacios, que califican de piezas maestras y otra en Duruelo, pero no tengo datos sobre si se hizo o no.
En Palacios de la Sierra hay un centro de visitantes  http://www.necropolisaltoarlanza.es/ esta es la dirección.
Estas son las necrópolis más representativas del alto Arlanza. La de Revenga es sorprendente. La de Palacios de la Sierra es la mayor de España, cuenta con cuatrocientas cincuenta tumbas y la necrópolis de Cuyacabras destaca, sin lugar a dudas, por la variedad de elementos funerarios siendo la más espectacular.
Esta comarca serrana "la tierra de las mil leyendas" conserva una serie de eremitorios y necrópolis de elevado atractivo turístico. Casi todos  ellos de fácil acceso y bien señalizados.
Mi intención desde esta pagina es ir dando a conocer poco a poco otros enclaves, más  o menos olvidados, bien por su difícil acceso, bien por ser necrópolis de tamaño muy reducido o porque turísticamente no son rentables.  Todos ellos se encuentran en las cercanías de Castrillo de la Reina.
La Muela, San Yuste, El Villar, Hornillos, Covacha de los Moros, la Magdalena, Saelices, Viguillas, Aguamediano y por ultimo Pajares.
Son los sugerentes nombres de los enclaves que iré desgranando, despacio pero sin pausa.
Estoy seguro que habrá más de una sorpresa.